"Algo no intencionado cómo mandar un vídeo a familiares y amigos/as puede convertir el contenido en viral, robando el derecho a la intimidad y a la propia imagen de nuestros hijos/as"
Falta de conciencia social
Como explica Borja Adsuara, profesor, abogado y consultor experto en Derecho, Estrategia y Comunicación Digital, los usuarios que redifunden y ayudan a viralizar estos vídeos no pueden ser conscientes del deseo del padre y la madre de la menor: “Sólo suponen -como es el caso- que lo han difundido voluntariamente, por lo que la redifusión no es ilegal. Sólo lo sería en el caso de que las imágenes menoscabaran gravemente la intimidad o la integridad moral del menor”.
Adsuara, que asegura que lograr retirar el vídeo de circulación “es imposible” (“se puede hablar con los administradores de las redes sociales abiertas como Facebook o Twitter para que lo retiren -y esperar a que te hagan caso-, pero es imposible parar la difusión en las redes de mensajería como WhatsApp”), considera que muchos padres y madres deben tomar conciencia aún “de la importancia del derecho a la intimidad y a la propia imagen de sus hijos”
Commentaires